.

.

sábado, 9 de julio de 2011

Ha fallecido en Méjico nuestro querido camarada y eminente filósofo marxista Adolfo Sánchez Vázquez

Eduardo del Rosal
Secretaría de Memoria Histórica del PCA de Málaga
Hemos recibido la triste noticia de que en el día de ayer falleció nuestro querido maestro y camarada Adolfo Sánchez Vázquez, todavía recordamos alguna visita a su ciudad, Málaga, y su conferencia en el Instituto de Estudios Portuarios, en el Puerto de Málaga, donde estuvo glosando sus recuerdos juveniles en Málaga, sus amistades, el advenimiento de la República, la acción en las Juventudes Comunistas y luego en las JSU, la terrible guerra y la huida por la carretera de Málaga a Almería,…
Su vida y su obra es la mejor muestra del espíritu que alimentó a toda una generación de comunistas españoles y que en Málaga muchos de sus amigos y camaradas no pudieron desarrollar por ser víctimas del fascismo, el propio Rodrigo Lara, el jóven Secretario General del PCE de Málaga; o Luis González, maestro y Secretario e organización; Pepe Gallardo, sindicalista; José Ochoa Alcázar, periodista; el diputado y médico, Cayetano Bolívar, y un largo etc., que pagaron con sus vidas el compartir las mismas esperanzas, ideales y partido que Adolfo en Málaga, otros lo tuvieron que hacer como él en el duro y largo exilio como Luis Abollado, que presidía las JSU de Málaga que fue a Rusia, o su cuñado José Enrique Rebolledo, que fue concejal del Frente Popular por la misma organización, a México.
Se cumple el 90 Aniversario de su partido, nuestro PCE, se abren nuevos retos a las incertidumbres del mañana. La crisis económica, financiera, alimentaria, medioambiental, …, la salida neoliberal a la misma basada en el insoportable sufrimiento humano, las guerras como horizontes de nuevas oportunidades de mercado, y la merma continuada de libertades democráticas, nos sitúan a los comunistas y las comunistas a reflexionar y actuar, siguiendo la máxima de Marx en el Manifiesto, de que lo que nos diferenciaba del resto de los partidos obreros o denominados de izquierdas, era que en todo momento los comunistas ponían los intereses de la clase obrera, de los trabajadores en general, por encima de cualquier otra expectativa o interés como organización o partido. No dudamos que las lecciones de nuestro camarada Adolfo serán de importante valía e imprescindibles para acertar en nuestras posiciones ante el futuro.
Desde el PCA de Málaga queremos dar nuestros más sentidos u emocionados sentimientos de pésame a su familia, amigos y camaradas, y manifestarles que su recuerdo y ejemplo siempre permanecerá vivo en sus camaradas de Málaga.
A continuación publicamos una breve biografía de Adolfo Sánchez Vázquez:
    El 17 de septiembre de 1915 nace en la localidad gaditana de Algeciras. Su padre, Benedicto, era teniente del Cuerpo de Carabineros y tenía dos hermanos, Angela y Gonzalo. En 1925 su familia fija su residencia en Málaga, tras una estancia en El Escorial. Vivieron primero en El Palo, calle Blas Palomo y después en el Compás de la Victoria y posteriormente en Pedregalejo. En Málaga inicia sus estudios de bachillerato en 1927 en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza.
   En 1931 acaba el bachillerato y empieza su actividad política al calor del entusiasmo republicano. En 1932 inicia sus estudios de magisterio (Plan profesional) en la Escuela Normal de Málaga. En 1933 formaba parte del Bloque de Estudiantes Revolucionarios dentro de la F.U.E., y ese mismo año ingresa en la Juventud Comunista, al igual que su hermano Gonzalo. Adolfo era un asiduo visitante de la biblioteca de la Sociedad Económica de Amigos del País donde le permitió familiarizarse con la obra de los novelistas contemporáneos más importantes y en concreto con la de los escritores revolucionarios que publicaba la Editorial Cenit. Entre sus amistades de entonces estaban  Tomás García, Luis Abollado, Juan Rejano, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados.
   En 1935 inicia estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras en Madrid, donde se incorpora al ambiente cultural de las tertulias, estableciendo amistad con jóvenes escritores de la época como Miguel Hernández, Arturo Serrano Plaja... y con otros consagrados como Rafael Alberti, Ramón J. Sender y Pablo Neruda. Comienza a colaborar en la sección literaria de Mundo Obrero y dirige con José Luis Cano la publicación político-cultural "Línea”. En Málaga con José Enrique Rebolledo- hermano de su futura esposa- funda y trabaja en la revista "Sur" dedicada a la poesía.
   La sublevación franquista del 18 de Julio le sorprende en Málaga, encomendándose a las tareas de la organización local de las J.S.U., siendo miembro de su Comité Provincial y director de su periódico "Octubre”. En enero de 1937 participa como delegado en la Conferencia Nacional de las J.S.U. de Valencia. A los pocos días de regresar a Málaga la ciudad cae en manos de las tropas facciosas, él participa de la huída de la población civil por la Carretera de Almería, de cuyo horror dejó testimonio en su escrito "Málaga, ciudad sacrificada" en la revista "Hora de España" de mayo de 1937. Durante la ocupación su padre es encarcelado y sentenciado a la pena capital, que más tarde sería conmutada.
   Ya en Madrid dirige el órgano de expresión de las J.S.U., el periódico "Ahora". Participa en el II Congreso Internacional de Escritores Antifascistas, celebrado en Madrid, donde asisten Malraux, Louis Aragon, Ehremburg, César Vallejo, Alberti, Bergamín, Sender, etc.
   En septiembre de 1937 se incorpora al frente del Este a la 11ª División, una unidad de choque para la defensa de Madrid, mandada por Lister y siendo su comisario político Santiago Álvarez. Pasó al Comisariado de la División para hacerse cargo de labores de propaganda, así como del órgano de esta unidad militar, "¡Pasaremos!”, trabajando con Miguel Hernández y Paco Ganivet. También estuvo, con la 11ª División, en el frente de Aragón, participando en la batalla de Teruel.
    Al entrar el Gobierno del Dr. Negrín la 11ªDivisión se integra en el 5º Cuerpo de Ejército, en el que Adolfo dirige su publicación "Acero”, viviendo el resto de la guerra en Cataluña hasta tener que pasar la frontera. Estuvo clandestinamente en París alojándose en un albergue de la Asociación de Escritores Franceses. Allí recibe la noticia de que México acogerá a los refugiados españoles y en el puerto de Sète embarca a bordo del "Sinaia". La travesía duró quince días, durante los cuales participó en la edición de un periódico con Juan Rejano y Pedro Gárfias. El 13 de junio de 1939 llega a Veracruz.
    Pronto se integra en la vida cultural del país, participando en la fundación de "Romance" junto con otros escritores españoles. También publica algunos sonetos en la revista "Taller" de Octavio Paz y participa en el suplemento cultural del diario "El Nacional".
    En 1941 se traslada a Morelia para impartir clases de filosofía en el colegio de S. Nicolás de Hidalgo de la Universidad Michoacana. Se casa con Aurora Rebolledo  y nace su hijo mayor Adolfo. Allí trata con filósofos exiliados como Gaos, Xirau o García Bacca.
    En 1942 publica su libro de poemas "El pulso ardiendo". En 1944 regresa a la capital, donde nacerán sus otros dos hijos, realizando trabajos eventuales de traducción, publicando novelas inspiradas en guiones de películas, dando clases de español al personal de la Embajada soviética.
    En 1950 se incorpora al Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos de México. En la actividad intelectual de Adolfo predominan sus trabajos de análisis literario y filosófico que apuntan ya hacia la estética.
    En 1954 asiste como delegado del P.C.E. en México al V Congreso que se celebró en Praga. Desde esta última ciudad consigue desplazarse con Juan Rejano a Moscú, donde contacta con José Sandoval, interesado en profundizar en temas de estética y marxismo. En 1955 es nombrado profesor ordinario de Filosofía en la Facultad de Filosofía y Letras de la U.N.A.M., adquiriendo la titularidad en 1959. Intensifica su labor filosófica, sin renunciar a la crítica literaria multiplicando sus publicaciones: "Ideas estéticas en los Manuscritos económico-filosóficos de Marx"(1961), "Individuo y comunidad en Kafka" (1964), "Las ideas estéticas de Marx" (1965), "Filosofía de la praxis" (1966), "Ensayos sobre arte y marxismo" (1983), "Ética" (1969), "Estética y marxismo" (1970), "Estructuralismo y marxismo" (1970), "Notas sobre Lenin y el arte" (1970), "La estética de Brecht"(1970).
     Vuelve por primera vez a España desde su partida al exilio en 1975. Ese año publica: "Del socialismo científico al socialismo utópico", "Sobre arte y revolución", "El teoricismo de Althuser". También publica: "Antihumanismo o humanismo en Marx" (1979), "Textos de estética y teoría del arte" (1982), "Filosofía y economía en el joven Marx" (1982), "Ensayos marxistas sobre historia y política" (1985), "Ensayo sobre Marx y el marxismo" (1986).
    Era profesor emérito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM y Doctor Honoris Causa de la misma, y que recientemente había inaugurado un nuevo edificio con su nombre. Le fue concedido, entre otros muchos honores, el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de La Habana, el 16 de septiembre de 2004 y el mismo año nombrado Hijo Adoptivo de la provincia de Málaga por la Diputación Provincial de Málaga y estaba distinguido con la Orden del Mérito Civil del Gobierno español.
    Alrededor de las 11 de la mañana, del viernes 8 de julio del 2011, en el Hospital español de la ciudad de México a los 95 años, falleció a causa de un paro respiratorio a raíz de una neumonía ha explicado su nieto, Juan Adolfo Moreno. En estos momentos estaba dictando sus memorias a su hija Aurora Sánchez Rebolledo, de las que llevaba unas cuatrocientas páginas, que quedan inconclusas por este trágico acontecimiento. Sánchez Váquez permanecía en aquel hospital desde hacía dos años, aproximádamente, y familiares han explicado que ya casi no salía de casa y veía muy poco.
     La obra teórica de Adolfo Sánchez Vázquez, su práctica política, su labor investigadora y docente, su propia vida es un testimonio de una vida consagrada a la consecución de un ideal, el nuestro también hoy, desde el permanente recuerdo de la Málaga que dejó en su juventud y de la España que soñó. 

Eduardo J. del Rosal

No hay comentarios: