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sábado, 17 de septiembre de 2011

IU denuncia que la nueva reforma laboral del PSOE y PP, con el apoyo de las derechas nacionalistas, condena a la juventud a la precariedad

Izquierda Unida, a través de su portavoz parlamentario, Gaspar Llamazares, ha votado en contra del decreto ley que reforma materias laborales para el empleo juvenil y la estabilidad en el trabajo, con lo que condena a los jóvenes a una intolerable precariedad que alarga sustancialmente el encadenamiento de contratos temporales y precarios. La medida salió adelante con los únicos votos favorables del PSOE y con la complicidad de la derecha parlamentaria, al sumar las abstenciones tanto de PP y CiU, como de Coalición Canaria y UPN, integrados en el Grupo Mixto.
Entre las principales medidas contenidas en el decreto está el nuevo contrato de formación y aprendizaje, que se establece de forma general para jóvenes de entre 16 y 25 años, y que se podrá extender también para menores de 30 años hasta 2013, con salarios mensuales que en un número importante de casos apenas superarán los 400 euros.
La otra iniciativa ideada por el Gobierno socialista para fomentar supuestamente la contratación es la suspensión durante dos años de la obligación de hacer fijos a los trabajadores que encadenen 24 meses de contratos temporales.
Intervención de Gaspar Llamazares en las Cortes
Señorías, terminamos la legislatura con un nuevo golpe. Si antes fue el golpe bipartidista a la Constitución Española para sacralizar la política de ajuste y, con ello, la depresión económica y la recesión, ahora es el golpe al Estatuto de los Trabajadores sin la participación, sin la concertación con los representantes de los trabajadores.
Es un golpe, además, al Estatuto de los Trabajadores que supone el ‘contrato becario indefinido’ -parece una contradicción pero es así- y también el ‘contrato temporero permanente’, de lo que algo también hay en el decreto. En definitiva, es la muestra del fracaso y  la impotencia del Gobierno en materia laboral.
En anteriores reformas laborales se pretendía por parte del Gobierno que abaratar y facilitar el despido era la forma de frenar la sangría del desempleo. Al contrario, la medida del Gobierno que ha supuesto el despido por razones objetivas se ha incrementado en un 50 por ciento y se ha convertido en un arma de destrucción masiva de empleo en nuestro país.
Por otra parte, el Gobierno también hacía referencia a la dualización de los contratos en España, unos contratos fijos y unos contratos temporales. Pues hoy opta claramente por homologar los contratos: todos temporales, señorías. Todo el modelo de contratación temporal y precario. En definitiva, abaratamiento del despido y contrato precario supone, ni más ni menos, que peor situación para los trabajadores, pérdida de poder político y adquisitivo para los trabajadores y mejora de las rentas empresariales. Como digo, todo esto sin el manido pacto de rentas. Todo esto, como decimos en Asturias, ‘ahí va, que te preste’; todo esto por imposición a los sindicatos, por imposición a la concertación social.
Señorías, ‘en horas 24 hemos pasado de las musas al teatro’, de la musa socialdemócrata que hablaba del Impuesto del Patrimonio -no sé si es meso patrimonio o macro patrimonio,  lo veremos, pero era la musa socialdemócrata- al teatro neoliberal del golpe contra la Constitución, al margen de la ciudadanía, por parte del Partido Socialista y el Partido Popular; y ahora el golpe también contra el Estatuto de los Trabajadores, contra la concertación social por parte de los dos partidos mayoritarios, del Partido Socialista y del Partido Popular. Ese es el resumen de un decreto que tiene otros contenidos, pero mucho menores.
El ministro de Trabajo ha hablado de los 400 euros. Nada que se parezca a lo que pactamos en esta Cámara, señor ministro, ni desde el punto de vista cuantitativo ni desde el punto de vista de los ciudadanos acogidos; prácticamente la mitad de la mitad, señor ministro. Con lo cual, con un mayor nivel de desempleo, con una mayor pérdida de prestaciones, lo que ustedes ponen en marcha es tan solo un pequeño bálsamo para lo que, en nuestra opinión, es muy negativo: la precarización del empleo y la pérdida de prestaciones al desempleo. En definitiva, señorías, y termino, decía Plutarco que los dioses ciegan a quienes quieren perder. En este caso les han cegado con toda seguridad.

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