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jueves, 17 de noviembre de 2011

Cayo Lara, Coordinador Federal y candidato a la presidencia del Gobierno de IU: “Por un Estado de participación permanente” (entrevista)

Foto: Rosa Ortuño
Ramón Pedregal Casanova
Crónica Popular
«Hoy el voto que cuenta es el que ayude a enfrentarse a las políticas neoliberales. Y cuenta porque es un voto valioso, comprometido, un voto que permite la ilusión y la confianza en que no estamos —como dice el Roto—obligados a escoger quienes serán nuestros matarifes. Ese es el voto de IU». Así se expresa, con rotundidad, Cayo Lara, coordinador general de IU y cabeza de lista de esta coalición por Madrid, en declaraciones para Crónica Popular, en las que repasa para nuestros lectores las principales cuestiones que se plantean ante las elecciones generales del próximo domingo.
Cayo Lara Moya lidera IU desde el 14 de diciembre de 2008. Exactamente, es el cuarto coordinador general, tras Gaspar Llamazares, que ahora encabeza la candidatura de IU por Asturias, en donde reside, Julio Anguita y Gerardo Iglesias, que desempeñó tal cargo tras constituirse la coalición en 1986.
Nació en 1952 en Argamasilla de Alba (Ciudad Real), la villa en la que Cervantes escribió El Quijote, de la que, en 1987, cuando contaba tan sólo 35 años, fue elegido alcalde, cargo en el que permaneció hasta 1998. Agricultor de profesión, fue uno de los impulsores del sindicato COAG, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, y coordinador de IU en Castilla – La Mancha de 2000 a 2008, período durante el cual prestó su apoyo incondicional al alcalde de Seseña, Manuel Fuentes, frente a las presiones de todo tipo ejercidas contra él por el constructor Francisco, conocido como el Pocero
Hombre dialogante y abierto, tan carente de dogmatismos como firme en sus convicciones, desde su elección como coordinador general de IU desarrolló una profunda labor en la búsqueda de alianzas con otras fuerzas políticas de la izquierda real y, en octubre último, logró acuerdos con doce partidos de distintas zonas de España. Su objetivo lo expresó entonces con claridad: «Vamos a luchar por tener grupo parlamentario fuerte en el Parlamento que plante cara a las políticas neoliberales que ha aplicado el PSOE, y continuará aplicando el PP».
Según se constata en el libro Hay alternativas, de los profesores Vicenc Navarro, Juan Torres y Alberto Garzón, éste último cabeza de lista de IU por Málaga, el 0,0035% de la población, que son 1.400 personas, controlan el 80,5% del PIB, y 20 familias poseen el 20% del IBEX35. ¿De qué clase de Estado hablamos? ¿Cómo se compagina esa tremenda desigualdad con la existencia de 5 millones de trabajadores sin empleo?
Estamos hablando de un Estado consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales. Un Estado que, en España, no fue nunca Estado del Bienestar. Como mucho llegó tímidamente a ser un Estado del Medioestar que corre un riesgo muy serio de quedarse en el de «nadaestar», con millones de parados y la vuelta de una emigración masiva al extranjero. Tanto las políticas del PP como las del PSOE han acentuado la brecha entre ricos y pobres.
Ante la existencia de ese amplio número de parados y mientras PSOE y PP se reafirman en que lo principal es pagar la deuda, IU centra su campaña en poner los instrumentos para crear empleo. Aunque sea, esquemáticamente, ¿Cuáles son sus principales propuestas para la creación de empleo?
C.L.:Creemos que es posible crear empleo y, al menos, recuperar en tres años los puestos de trabajo perdidos desde que se inició la fase aguda de la crisis a comienzos de 2008. Es decir, unos tres millones. Sintetizando nuestro Plan, podemos afirmar que el catalizador del proceso debe ser la creación de empleo desde lo público, mediante un plan de reforestación, mantenimiento y explotación sostenible de los recursos forestales, el apoyo a la rehabilitación, con criterios de sostenibilidad, de las viviendas habituales, el aumento serio de empleo en servicios sociales (escolarización de la población infantil de 0 a 6 años, sanidad, aplicación de la ley de dependencia) y la inversión pública en infraestructuras de proximidad. Junto a ello, el siguiente paso es el apoyo a la pequeña empresa y los autónomos para que contraten trabajadores, con prioridad a jóvenes. Apoyo al primer contrato de un empresario hasta ahora sin trabajadores y ayuda a la pequeña empresa para la implantación de la jornada de 35 horas, un instrumento muy importante para crear empleo mediante el reparto del existente.
El problema esencial es la financiación. Por eso, las propuestas de Rubalcaba con los escasos 1.000 millones que proporcione la recuperación parcial del Impuesto de Patrimonio y las de Rajoy que quiere bajar los impuestos, son muy poco creíbles por irrealizables. El esfuerzo fiscal tiene que ser mucho mayor: nosotros hemos estimado que son necesarios 40.000 millones de euros. Es una cifra muy importante, pero hay que tener en cuenta que, según los técnicos de Hacienda, las grandes empresas y fortunas evaden 42.700 millones de euros anuales. Por otra parte, por cada 1.000 euros que se utilizan en una contratación, revierten rápida y directamente a la Hacienda Pública al menos 586. Además está la actividad económica que se genera porque el trabajo crea riqueza. No es un gasto, es una inversión. La palanca para la creación de empleo es la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida y una reforma fiscal justa.
Alineándose con las políticas neoliberales que ha aplicado, el Gobierno del PSOE llegó a decir en fechas recientes que «bajar impuestos es de izquierdas». Frente a esto, IU propone una profunda reforma fiscal con aumento en varias figuras impositivas. ¿Cuáles son las principales medidas fiscales que plantean?
En nuestra reforma fiscal no hablamos de aumento o rebaja de impuestos sino de justicia fiscal. Hay figuras impositivas que habrá que subir y otras deben bajar como el IVA de ciertos alimentos y productos o extender el mínimo exento del IRPF a los que cobran de varios pagadores.
Pero, efectivamente, más justicia fiscal es que paguen más quienes más ganan o más tienen. Eso pasa porque las rentas del capital y del trabajo tengan el mismo trato fiscal, porque aumente el tipo impositivo del último tramo del IRPF, lo que afectaría a un 4% de los contribuyentes con los ingresos más altos, aumentar en 5 puntos el Impuesto de Sociedades para las empresas que ganen más de 1 millón de euros, implantar la tasa sobre las transacciones financieras ya y con un mínimo del 0,05%, modificar el escandaloso tratamiento fiscal de las SICAV, recuperar plenamente los Impuestos de Sucesiones y de Patrimonio y transformar este en un Impuesto de Solidaridad sobre las Grandes Fortunas. Hay que eliminar también subvenciones y exenciones del Impuesto de Sociedades y de las cotizaciones patronales a la Seguridad Social. El objetivo no es la revolución, sino llegar a la misma contribución fiscal que la media de la Unión Europea y nos faltan 9 puntos de PIB, casi 100.000 millones de euros. Con eso, la lucha contra el déficit, la creación de empleo y el impulso a la economía real estarían asegurados.
Según datos de la Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda el fraude y la evasión se sitúa en España en torno a los 70.000 millones de euros. ¿Cuáles son las medidas que IU propone para acabar con este agujero creado por las grandes fortunas y corporaciones?
Esencialmente dos: hay que cambiar la legislación, porque la actual permite una evasión fácil, y hay que fortalecer la Agencia Tributaria, cuyos recursos presupuestarios vienen disminuyendo en los últimos años. Esto requiere tomar medidas severas que limiten y controlen las operaciones hacia y desde paraísos fiscales, hasta que estos sean erradicados por las Directivas europeas, aplicar de verdad las medidas fiscales ya aprobadas por el Congreso de los Diputados y crear sendas Comisiones especiales en el Parlamento que permitan un seguimiento y control de la ejecución de los Planes contra la economía sumergida y el fraude fiscal.
Al unísono, y aplicando sin tapujos un consenso no disimulado, PSOE y PP privatizaron en su día la banca pública y ahora están llevando a cabo la «clonación» de las Cajas de Ahorro en nuevos bancos, después de inyectarles fondos de los todos los contribuyentes. ¿Cómo se puede materializar la propuesta de IU de creación de una Banca Pública?
Es relativamente sencillo; sólo hace falta voluntad política. Contamos con el ICO que, actualmente, no puede intervenir directamente y lo hace, en lo esencial, a través de la Banca privada. La nacionalización de las Cajas de Ahorro, antes de que culmine su bancarización, proporcionará el polo indispensable de Banca Pública con un coste limitado y, después, habría que recuperar los bancos que ya fueron públicos y que formaron parte de Argentaria, así como la Caja Postal de Ahorros. Por otra parte, el dinero que se aporte a la recapitalización de ciertas instituciones financieras debe acompañarse de los derechos políticos correspondientes y, por tanto, el Estado debe entrar en la gestión de los Bancos que reciban esas ayudas.
¿Cómo valora IU los juicios a Botín, presidente del Banco Santander en España y en Francia, donde parece que tiene uno pendiente?
Botín no puede ser una excepción a la igualdad ante la Ley, ni tampoco los ejecutivos de sus bancos. Tampoco estamos de acuerdo en que se conceda un indulto a personas que han estado implicadas en operativas bancarias fraudulentas y que han sido ya condenadas por los tribunales.
Todas las elecciones generales que se han celebrado en España desde la transición, han estado regidas por una ley electoral tan antidemocrática como anticonstitucional. ¿Cuáles son las propuestas básicas de IU para que esta ley sea una norma justa y conseguir que el voto de los españoles sea igual, como la Constitución proclama en su artículo 68?
La actual Ley Electoral no sólo perjudica a partidos como IU, sino que origina graves perjuicios para la democracia. Ahora mismo, el PP podrá obtener la mayoría absoluta de los diputados sin tener la mayoría de los votos como consecuencia de una Ley Electoral injusta y poco proporcional. Métodos para su modificación hay muchos: el método alemán, crear un colegio de restos, modificar la circunscripción, etc. Lo importante es que cualquier método que se utilice de como resultado que todos los votos tienen las mismas posibilidades de representación.
Sin embargo, una tras otras, todas las propuestas de reforma que IU planteó en el Congreso de los Diputados encontraron un férreo rechazo por parte del PSOE y PP. ¿No es hora ya de plantear ante el Tribunal Constitucional la propia anticonstitucionalidad de la ley electoral?
Es una cuestión que vamos a estudiar, aunque la próxima legislatura deberá atender de forma inmediata ese problema. Todo el mundo considerará lógico que IU lo plantee como un problema político clave desde los primeros días de la legislatura.
Por más que el PSOE hable de cuotas, los empresarios, de manera muy particular, siguen discriminando a la mujer y sometiéndola a una clara desigualdad frente al hombre. ¿Qué propone IU para acabar con esa desigualdad?
Simplemente que se cumpla la Ley y, si es necesario, que esta se modifique para hacerla más efectiva. Con ello, el reforzamiento de la Inspección de Trabajo y orientaciones claras en esta dirección para el trabajo de los inspectores se podrán dar pasos eficaces.
Uno de los datos más positivos de la sociedad española reside en la elevada preparación de nuestros jóvenes. Se dice, y con razón, que es la generación de españoles con mejor preparación y con mayor número de universitarios. Sin embargo, hoy el paro golpea a más un 43% de jóvenes, muchos de ellos con titulaciones y formaciones académicas extraordinarias. ¿Qué plantea IU para resolver el paro juvenil?
Nosotros proponemos medidas concretas en todos nuestros programas de creación de empleo para dar prioridad a la contratación indefinida de jóvenes. Queremos suprimir la figura del becario, fomentar los contratos de relevo y empezar a tomar medidas para la implantación de un modelo productivo nuevo que ofrezca las oportunidades adecuadas a la formación de los jóvenes. No nos conformamos con tener un colectivo de repartidores de pizzas con mayor número de titulados universitarios.
Y, ¿para garantizar los derechos de los inmigrantes, ese amplio «Ejército de reserva» en el que se ceba de manera tan dura el capitalismo?
Partimos del principio de que ningún ser humano es ilegal. Todos los contratos deben tener validez legal formal aunque se hagan a personas sin los permisos correspondientes y todos esos contratos deben estar sometidos a la legislación laboral española y al correspondiente convenio.
En 15 días de campaña electoral 7.500 familias van a ser expulsadas de sus casas, aplicándoles desahucios completamente injustos, basados en una legislación que deja completamente indefensa a las capas más débiles. ¿Cuál es la propuesta de IU para hacer efectivo un «stop a los desahucios» y garantizar el derecho básico a la vivienda establecida en la Constitución, conculcado por la propia normativa vigente, en beneficio de la banca?
De forma inmediata, una moratoria en cualquier procedimiento de desahucio para quienes están en situación de desempleo o con serias dificultades económicas como consecuencia de la crisis (por tanto, también autónomos o pequeños empresarios). Además, el reconocimiento de la dación en pago en la Ley Hipotecaria y el Código Civil, y finalmente, a medio y largo plazo la creación de un Parque Público de Viviendas en alquiler moderado.
En el marco de sus propuestas para la paz, ¿Cómo aborda IU las intervenciones militares de España en las guerras actuales, encubiertas como «misiones de paz»? ¿No es hora ya de que España se retire de todas estas intervenciones militares o invasiones encubiertas?
Izquierda Unida plantea la retirada de las fuerzas españolas en Afganistán, lo mismo que ha estado en contra de la participación en la intervención militar en Libia. Pero no sólo eso, estamos en contra de la pertenencia de España a la OTAN, pedimos el cierre de las bases estadounidenses y nos oponemos rotundamente al escudo antimisiles.
Está claro que si el PP gana las elecciones generales profundizará aún más en los recortes a dos servicios públicos básicos, la educación y la sanidad, tal como está haciendo en Madrid y Castilla-La Mancha. ¿Qué propone IU para detener este abordaje de la derecha a esos derechos de los ciudadanos que, en Cataluña y en el caso concreto de la Sanidad, está llevando a cabo el partido de la burguesía catalana CIU.
Izquierda Unida defiende los servicios públicos y, lejos de lo que se está haciendo, su desarrollo y mejora. Somos defensores de la escuela pública, de la extensión de la educación infantil, de la desaparición progresiva de los conciertos. Somos defensores de la sanidad pública y estamos en contra de cualquier privatización, incluida la gestión de ciertos servicios. Por supuesto, nos oponemos al repago de las prestaciones sanitarias.
El programa de IU habla también de medidas para lograr una «democracia plena y participativa». Explique, por favor, las principales medidas que puedan transformar la democracia formal de la burguesía en una democracia real ya, tal como plantean los indignados del 15-M.
Estamos por un Estado de participación permanente. La democracia representativa ha sido puesta en cuestión y su legitimidad es discutida por la ciudadanía. La Ley Electoral es profundamente injusta y antidemocrática. En consecuencia, estamos porque la democracia no se reduzca a emitir un voto cada cuatro años y se establezcan medidas como la convocatoria de referéndum cada vez que haya que dilucidar cuestiones básicas, una mayor facilidad para los procedimientos de Iniciativas Legislativas Populares y, muy especialmente, la habilitación de procedimientos eficaces de participación ciudadana en la aprobación de los presupuestos y en la gestión de lo público. Un aspecto novedoso es la posibilidad de revocación de los cargos públicos cuando hayan incumplido su programa o estén implicados en casos de corrupción.
IU es el único partido parlamentario que ha defendido ante las Cortes propuestas del movimiento social más importante surgido en España tras la dictadura, el 15-M. Y hay militantes de IU que trabajan codo con codo con otros jóvenes de dicho movimiento. ¿Cómo valora IU la irrupción del 15-M en la escena política española y su inmediata repercusión y vinculación a otros movimientos similares en otras muchas capitales del mundo?
Hemos visto al 15-M como algo tremendamente positivo, que ha puesto en cuestión muchos de los tópicos de la transición y está contribuyendo a la politización de una generación. Su globalización, por utilizar esta expresión, es un elemento que ayuda a comprender hasta que punto la crisis que estamos viviendo es una crisis global del capitalismo.
A pesar de todo, mientras en algunos sectores del 15-M se sigue hablando de la apuesta política por la abstención y el voto nulo, el PSOE no deja de recurrir, como lo ha hecho siempre, al «voto útil frente a la derecha». ¿No es cierto que en términos de avance de las alternativas que plantea la izquierda real, resulta tan inútil la abstención y el voto nulo como el reclamo del PSOE para un supuesto «voto útil» para ese partido?
Queremos hacer comprender a muchos ciudadanos y ciudadanas esa realidad. Ni Botín, ni Rato, ni sus ejecutivos y accionistas se van a abstener o a votar nulo o en blanco en estas elecciones. Tampoco los obispos ni las monjas de clausura. Saben muy bien lo que hay en juego. Nadie debe permitir con su actitud ante el voto que las cosas sigan como están. El voto de los trabajadores, el de la mujer o el de los jóvenes ha sido una conquista que ha costado mucho sacrificio y mucha sangre y hay que utilizarlo.
En 2008, a muchos votantes de izquierda les pidieron el voto con el argumento de que venían los malos, la derecha. La derecha ha venido y ese voto se ha convertido en un fiasco, en lo más inútil del mundo. Hoy el voto que cuenta es el que ayude a enfrentarse a las políticas neoliberales. Y cuenta porque es un voto valioso, comprometido, un voto que permite la ilusión y la confianza en que no estamos —como dice El Roto—obligados a escoger quienes serán nuestros matarifes. Ese es el voto a IU, la única fuerza que presenta un programa que permite una salida social de la crisis con creación de empleo, digno y de calidad; un programa que se enfrenta al golpe y la hegemonía de los mercados.
De cara a estas elecciones generales anticipadas, IU lanzó la propuesta de alcanzar un Frente Común que permitió acuerdos con algunas otras formaciones de la izquierda transformadora. Se dio un importante avance pero claramente insuficiente. ¿Para cuándo un Frente Común que permita unir a la fragmentada izquierda real española, la que no quiere gestionar el capitalismo sino avanzar en la democracia hasta llegar a una sociedad socialista? ¿Cuáles son los escollos esenciales que hay que salvar para que haya, realmente, un frente unido de esa izquierda?
Hemos avanzado de cara a estas elecciones en ese Frente, pero nuestra apuesta por la unidad de la izquierda va más allá de estas elecciones. Por eso estamos impulsando lo que hemos llamado Convocatoria Social que intenta la convergencia en programa estratégico de transformación de la sociedad hacia el socialismo. Después de las elecciones vamos a insistir en esa dirección, aunque somos conscientes de que hay fuerzas que se ubican en el campo de la izquierda pero no tienen ese horizonte estratégico. Nosotros las respetamos y estamos dispuestos a trabajar con ellos hasta donde sea posible.
Y, por último: ¿No está claro que con una reforma de la ley electoral y un Frente amplio o común de la izquierda se acabará el bipartidismo artificial que ha estado gobernando a España conculcando la propia Constitución?
Por supuesto, así es. Confiamos que en estas elecciones el bipartidismo va a recibir un golpe importante y, en la próxima legislatura, la reforma de la Ley Electoral será una cuestión de primer orden político.
Ramón Pedregal Casanova es escritor.
Fuente: http://www.cronicapopular.es/?p=4409

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