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viernes, 23 de marzo de 2012

Sindicalistas de CC.OO. reclaman el voto para Izquierda Unida como “la voz” de los trabajadores/as de la hostelería y el turismo en el Parlamento


Los máximos dirigentes andaluz y provincial de Hostelería, Comercio y Turismo de Comisiones Obreras (CC.OO), Gonzalo Fuentes y Lola Villalba, han reclamando el voto de los trabajadores del sector para Izquierda Unida y han calificado al cabeza de lista de la formación en Málaga, José Antonio Castro, como “la voz” de estos trabajadores en el Parlamento durante la legislatura que ahora acaba.
El candidato malagueño de IULV-CA se reunió en la mañana del jueves 22 de marzo con representantes de CC.OO en los principales comités de empresas del sector turístico en la provincia y ha asegurado que la organización de izquierdas luchará por el empleo de calidad y los puestos de trabajo.
Gonzalo Fuentes ha explicado ante los medios de comunicación que Castro ha llevado a la cámara autónoma los conflictos que han azotado estos años a los hoteles de Málaga y ha enumerado algunos de ellos. “Siempre ha estado ahí, en la calle y en el Parlamento defendiendo esos derechos”. El responsable andaluz de CC.OO. ha añadido que las enmiendas que el propio Castro aportó a la Ley de Turismo consiguieron “enmendarla”, asegurando que Izquierda Unida ha apostado por el empleo de calidad que hoy está en riesgo.
Por su parte, Lola Villalba ha pedido el voto para esta fuerza de izquierdas que defiende mejor que nadie los derechos de los trabajadores, “los que ahora se han visto tan mermados” y ha invitado a salir a la calle el día 29 “con la cara alta” para defender esos mismos derechos. La líder sindical considera que si no se actúa así en las urnas y en la calle “estaremos dando un cheque en blanco a las políticas laborales de la derecha”.
Por su parte, Castro ha recordado que la reforma laboral está acabando con el empleo de calidad y que desde que comenzó la crisis se han perdido en la provincial más 4.000 puestos de trabajo. “El empleo debe ser un indicador turístico” como lo son el número de pernoctaciones, los visitantes o el gasto medio. “Los trabajadores son los que garantían la excelencia de nuestra industria, los que se encargan de dar ese servicio de calidad”.
También se ha referido el candidato de Izquierda Unida a la obligatoriedad de que no se despida a trabajadores con dinero público ya que la Junta de Andalucía entrega ayudas a la planta hotelera y al resto de la industria turística para que luego éstas planeen expedientes de regulación de empleo (EREs).
Castro ha criticado al ministro de Industria, al que llamó “mentecato”, por acudir a la feria de turismo de Berlín (ITB) y anunciar públicamente un recorte para el sector renunciando a una demanda tan importante para Andalucía y España en general como es el turismo germano. También ha tenido duras palabras para el gobierno de Mariano Rajoy que ha paralizado los programas europeos senior y junior que podrían haber aportado una importante actividad en temporada baja.
Otra “pata” del turismo para Izquierda Unida tiene que ver con la sostenibilidad. “Hay que implementarla, luchar por buenas prácticas medioambientales; hay que preservar el suelo ante la especulación”. Para Castro, la reforma de la Ley de Costas que ha propiciado el Partido Popular “es la puntilla” al sector turístico y mientras en Andalucía se lucha por la excelencia “el PP permite que se ocupe indiscriminadamente el suelo que daña precisamente esa calidad”.
Castro también abogó por una intervención directa de la Administración en la industria ya que “el destino Andalucía genera muchas plusvalías que salen fuera de nuestra tierra”.
Los líderes sindicales y el candidato han alertado de que la reforma laboral está siendo ya una excelente herramienta empresarial para el despido de trabajadores veteranos que han dado a la hostelería y al turismo ese marchamo de buen servicio. Y si la reforma está siendo una verdadera sangría, cuando acabe el verano será peor, ya que la ley permite a los empresarios despedir a os trabajadores sin que haya pérdidas, sólo con tener una bajada en los beneficios, algo que ocurre de manera periódica fuera del periodo vacacional. Esto lleva a dejar sin empleo a los más antiguos que le suponen el coste mayor al empresario, aunque con ello deterioren el servicio “se les llena la boca al decir que quieren calidad en el turismo y luego permiten y propician que quienes ofrecen dicha calidad se vayan a la calle y se pierdan la enseñanza y el buen hacer”.

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