El Coordinador Federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, aseguró
ayer, lunes 16 de julio, que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, debería
convocar un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien sobre los
drásticos recortes aprobados, ya que “está haciendo lo contrario de lo que
prometió” en el programa electoral con el que llegó al Gobierno el pasado mes
de noviembre.
En declaraciones efectuadas en el programa ‘Al Rojo Vivo’ de
La Sexta , Lara
valoró que se está produciendo un “fraude al electorado”. En su opinión, “no
podemos tener un presidente del Gobierno que ha dicho que ‘hay que hacer lo que
haya que hacer, y si es lo contrario de lo que dijimos que había que hacer, lo
haremos’. ¿Eso qué es? En ese caso hay que convocar un referéndum porque si es
lo contrario de lo que dijo que iba a hacer, que el pueblo opine”.
Del mismo modo, Lara afirmó que “es imposible pensar” que se
puede salir de la crisis “quitándole el poder adquisitivo” a la ciudadanía y ha
advertido de que si el Gobierno “no corrige el rumbo, el país va a un desastre
total”.
Cayo ha cuestionado el plan de recortes de Mariano Rajoy,
como ya hizo en el Pleno del Congreso del pasado miércoles, no sólo por
considerarlo “escandaloso e injusto”, sino también porque el Ejecutivo le ha
“mentido descaradamente” al electorado. “Hemos llegado –dijo- a un nivel donde
la desconfianza al Gobierno es total. No se le puede estafar a la gente
permanentemente”, al tiempo que añadió que el Ejecutivo del PP es hoy “una hoja
de ruta a la deriva”, mucho más por creer que “se puede salir de la crisis
ajustando el bolsillo” de los ciudadanos.
El máximo responsable de IU ha hecho un llamamiento a la
sociedad a “movilizarse pacíficamente” para poder cambiar las reglas de juego.
“Llamamos a la sociedad a la protesta y a la revolución pacífica para exigirle
al Gobierno un cambio de rumbo”, destacó.
Consideró que no se
han tomado medidas que servirían para generar más ingreso para el Estado
y con las que se podrían evitar muchos de los recortes impuestos con los que
son los trabajadores los que “siempre pagan los platos rotos”. Entre ellas
enumeró la lucha “real y decidida” contra el fraude fiscal y la economía
sumergida, así como la posibilidad de que las grandes empresas con importantes
beneficios por encima del millón de euros paguen un 35% en el Impuesto de
Sociedades.
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