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domingo, 9 de febrero de 2014

En el 77 Aniversario de la libertad perdida de Málaga y del crimen de la carretera de Málaga a Almería

Resolución aprobada por unanimidad en la XVI Conferencia Provincial del PCA de Málaga
Cuando el día 8 de febrero de 1937 hacían su entrada en Málaga las tropas fascistas de Franco, mandadas el coronel Borbón, por el barrio obrero de Huelin apenas encontraron la resistencia de tan sólo unas decenas jóvenes que pagaron con sus vidas, este gesto desesperado y heroico, sus cuerpos quedarían amontonados después de la refriega en una de las entradas de la Estación de ferrocarriles y su sangre corría a lo largo de la carretera.
Al mismo tiempo tres columnas italianas se internaban en la capital por diferentes lugares, que encontraron otro núcleo de resistencia en el camino de Antequera, que igualmente fue aniquilado. Asimismo llegaron tropas de los buques franquistas que fondeaban en el puerto y que apenas unas horas antes bombardeaban Málaga. A las 5 de la tarde las tropas de ocupación fascista desfilaban “triunfales” por la calle 14 de abril, que volvía a denominarse del marqués de Larios.
Habían acabado los siete meses de esperanza y resistencia republicana. Se habían a su vez terminado con el criminal acoso de los bombardeos indiscriminados, de las penurias, escasez, enfermedad y el dolor de los malagueños y malagueñas, así como de la enorme marea humana de refugiados que llegaron huyendo del horror fascista, de los diferentes pueblos de la provincia y de otras ciudades andaluzas (Sevilla, Córdoba, Cádiz y Granada) ya tomadas por los rebeldes.
En una capital de unos 200.000 habitantes se integraron cerca de 90.000 refugiados. Todos los pueblos de la provincia fueron lugares de acogida de los que huían de otras provincias y que las autoridades republicanas intentaron atender con más voluntad que medios. Destacando en esta labor de auxilio la maestra comunista Lina Molina, dirigente del PCE y de las JSU, que desde la presidencia del Comité de Alojamiento intentaba, junto a sus compañeros de comité, alojar y dar cobertura pública a los que llegaban sin apenas un resuello de vida, alojándolos en las iglesias, hoteles, casas, conventos y hasta la Catedral, previamente protegida por las autoridades leales.
Apenas unas horas antes de la caída de Málaga, y dada la orden de retirada de las fuerzas militares y milicianas, mal equipadas y peor armadas, de los diferentes frentes malagueños, la gran mayoría de la población malagueña y decenas de miles de refugiados, decidían huir por el único camino posible, la Carretera de Almería.
Nunca pudieron imaginar el terrible calvario que les tocaría vivir, los bombardeos de la aviación y de la flota fascista, mientras eran perseguidos por las fuerzas motorizadas italianas, que dejaban un reguero de cadáveres destrozados a lo largo del tortuoso camino a Almería. Fueron miles las víctimas de este trágico hecho y que como bien a calificado nuestro camarada Luis Naranjo, director general de la Memoria Democrática de la Junta, esta matanza fue un “crimen contra la Humanidad” y, por tanto, no puede prescribir nunca dicho acto delictivo e inhumano.
En la llamada “Carretera de la Muerte”, destacó en su humanitaria acción, el doctor Norman Bethune, de origen canadiense y de militante comunista, que con sus compañeros de las Brigadas Internacionales con la ambulancia para transfusiones de sangre trasladaba sin descanso mujeres, niños y ancianos enfermos hasta lugar seguro. Igualmente destacaron en esta labor humanitaria los enviados del Socorro Rojo Internacional, la camarada Matilde Landa y la artista Tina Modotti que en Almería se encargaron del transporte y acogida de los evacuados, abasteciéndoles de alimentos, ropas, medicamentos, etc.
Después en Málaga llegaría la brutal represión, que llevaría a miles de republicanos, socialistas, libertarios y comunistas a los campos de concentración, las cárceles y a ser ejecutados en las tapias de los cementerios de toda la provincia y sus cuerpos hechos desaparecer en fosas sin nombre. En la capital se calculan en más de 4000 los hombres y mujeres que fueron asesinadas y enterradas en fosas del cementerio San Rafael, el tristemente célebre “Batatá”, donde gracias a las labores de exhumación que impulsó la Asociación Contra el Silencio y el Olvido para la Recuperación de la Memoria Histórica de Málaga con apoyo público, se rescataron unos 2500 restos y se recogieron muestras de ADN a familiares de los asesinados. Mientras una gran Pirámide de mármol con sus nombres les homenajea y recuerda, recogiendo sus restos individualizados, en espera del desarrollo definitivo del proyecto de Parque de la Libertad en su honor.
Asimismo debemos señalar en estos momentos que se calcula que serían entre 7000 y 10.000 los republicanos asesinados en Málaga, si contabilizamos los ejecutados en los diferentes pueblos y que yacen aún en numerosas fosas que pululan por las diferentes localidades malagueñas.
Este genocidio republicano tiene responsables, además de los militares rebeldes y falangistas. Fueron los históricos sectores conservadores, burgueses, propietarios, terratenientes, etc. Las grandes “familias” de Málaga, “los de siempre”, católicos piadosos y de misa diaria que hacían del exterminio y del crimen un acto de ofrenda a la “justicia divina
Para muchos camaradas de nuestro PCE, al igual que a otros sectores republicanos, les esperaba la cárcel, la tortura, el exilio o la muerte tras la dolorosa “derrota”. En Málaga fueron fusilados, entre otros muchos: El médico y diputado Cayetano Bolívar Escribano(4-7-39);  El Secretario Político del Comité provincial y gestor de la Diputación Rodrigo Lara Vallejo; el Secretario Local de la UGT y concejal José Gallardo Moreno (1-7-41) además de su hermana Elvira Gallardo Moreno y su compañero Manuel Pardo Sosa en los sucesos de la carretera en Nerja, como el poeta comunista José María Tavera; Francisco Cruz Sánchez alcalde de Ronda (13-4-40); Francisco Romero Añón, alcalde de Marbella; Julio Ramos Corral de Lagos (Vélez-Málaga,12-12-39); el presidente del Comité de la Barriada de El Palo, Francisco Toro López; Victoria Merino González; el joven dirigente local José Cañas García de Antequera (12-4-39); Juan Lara Díaz (4-5-40) y su hermano Manuel, Secretario de Juventud del Partido de Vélez Málaga (11-2-40); Rafael Triguero Quijano, Presidente de la Federación Deportiva Cultural Obrera; los hermanos Juan y José Muñoz Lago dirigentes del Valle de Abdalajís (4-5-40); Francisco Cruz Sánchez alcalde de Ronda (13-4-40); Francisco Romero Añón alcalde de Marbella; Antonio Gómez Arias dirigente de Fuengirola; José Peña Díaz, Secretario General de Sedella (7-1-41); José Jiménez Alarcón, Secretario de organización de Mijas; Antonio Muñoz García, Secretario General de El Burgo (6-8-39); Julio Ramos Corral de Lagos (Vélez-Málaga,12-12-39); Francisco Bernal Trujillo, Secretario Juvenil de Álora (10-11-39); Joaquín Herrera Muñoz, concejal de Nerja; el periodista y dirigente provincial José Ochoa Alcázar detenido en Las Canarias donde estaba desterrado cuando triunfó la sublevación fascista y arrojado al río Tajo cuando lo llevaban a la Peninsula. Otros fueron a parar a campos de concentración, batallones de trabajo y a las cárceles. El resto intentó sobrevivir en un medio hostil, donde la organización nunca dejó de existir totalmente y que siempre encabezó la resistencia clandestina a la dictadura.
La XVI Conferencia Provincial del PCA de Málaga en el marco de este 77 Aniversario de la caída de Málaga y del Éxodo de la Carretera a Almería manifiesta su más absoluta condena de aquel criminal genocidio cometido sobre el pueblo de Málaga, siendo nuestra obligación, ética y moral, el restituir la dignidad, el honor y el buen nombre de todos y todas los asesinados y asesinadas, que intentaron mancillar y borrar de la memoria colectiva de nuestra España.
Es por ello que consideramos muy insuficiente lo avanzado hasta ahora en España y como ya el Partido avisaba la llamada “Ley de Memoria Histórica” apenas ofrecía instrumentos políticos y legales para dar respuesta a los objetivos antes enunciados para la recuperación de la memoria democrática de nuestro país. Para el PCA resulta injustificable la no abolición de todos y cada unos de los juicios sumarísimos efectuados por el régimen de Franco con el fin de exterminar a la República y a quienes la sostuvieron. Y nos resulta repugnante que aún se sigan manteniendo los nombres de calles y plazas  malagueñas  dedicadas a genocidas y criminales, por la indolencia del PSOE y la manifiesta connivencia con el pasado franquista de la derecha del PP y sus alcaldes y demás cargos públicos. Asimismo resulta insoportable que los desaparecidos y desaparecidas, los asesinados y las decenas de fosas donde yacen no sean de oficio buscados por las administraciones públicas y ofrecido a sus familiares una respuesta a tantos años de zozobra.
La XVI Conferencia Provincial del PCA de Málaga, valora como muy positiva la labor emprendida por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta, dentro de la Vicepresidencia que encabeza nuestro camarada Diego Valderas, que ha sabido impulsar los trabajos para la recuperación de la memoria democrática de Andalucía, coordinando con las asociaciones memorialistas por segundo año consecutivo las acciones de conmemoración de la denominada “Desbandá”, impulsando numerosas exhumaciones de restos en fosas, como en  nuestra provincia de Teba, Villanueva de Cauche, Están o Cañete la Real, impulsando espacios de especial protección como los Lugares de la Memoria, actualizando el mapa de fosas, jornadas, documentales y publicaciones sobre la represión, etc. Pero debemos señalar la importancia del proyecto de Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía que está próxima su aprobación y que se ha elaborado muy participadamente, que puede ser un instrumento esencial para hacer realidad en nuestra tierra la Verdad, Justicia y Reparación para más Democracia y Libertad.
La XVI Conferencia Provincial del PCA hace un llamamiento al pueblo de Málaga a asistir a cuantas movilizaciones y actos que en recuerdo de las víctimas de la carretera de Málaga a Almería que aún quedan por realizarse y a las que próximamente se llevaran a cabo en el 83 aniversario de la proclamación de la II República, porque la movilización es instrumento necesario para propiciar el cambio político y la transformación social de Andalucía. 

Torre del Mar a 9 de febrero del 2014

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